Las puertas correderas automáticas con detectores de movimiento son invenciones geniales que hacen nuestra vida más fácil de varias maneras. Solo imagina acercarte a una puerta y que se abra sola. ¡Y lo mejor de todo es que ni siquiera tienes que tocarla! ¿Cómo funcionan estas puertas especiales?
¿Cómo exactamente operan las Puertas Correderas Automáticas?
Las puertas correderas automáticas tienen sensores de movimiento que pueden detectar si una persona está cerca de la puerta. Cuando alguien se acerca, el sensor envía una señal a la puerta para que se abra. Y se abre para que puedas entrar sin tener que empujar o tirar de un pomo.
¿Por qué los Sensores de Movimiento Son Tan Útiles?
La vida es mucho mejor cuando hay sensores de movimiento en las puertas automáticas Deslizamiento Puerta . Permiten a las personas caminar sin usar las manos, lo cual es genial si estás llevando algo. ¡También son eficientes en energía porque la puerta solo se abre cuando alguien está entrando, evitando que el aire caliente o frío escape!
Beneficios de los Sensores de Movimiento
Hay mucho que es excelente al colocar sensores de movimiento en puerta corrediza automática . Estas puertas son ideales para áreas de alto tráfico como centros comerciales, aeropuertos y hospitales donde un gran número de personas necesitan moverse rápidamente. También han servido como ayuda para personas con discapacidades, permitiéndoles moverse libremente.
Varios Tipos de Puertas Correderas
La tecnología de sensores de movimiento se puede aplicar a todo tipo de puerta corredera desde puertas individuales, puertas dobles, puertas deslizantes hasta puertas curvas. Estas puertas están disponibles en varios tamaños según los diferentes edificios y lugares. Los sensores de movimiento se pueden calibrar para detectar movimiento desde distancias variables, de modo que las puertas se abran en el momento en que las entradas están más concurridas.
Haciendo los lugares más seguros y accesibles
Las puertas correderas automáticas activadas por sensores de movimiento benefician a todos los miembros del público, incluidas las personas discapacitadas. Permiten que las personas entren y salgan de los edificios. Los sensores de movimiento evitan lesiones al asegurarse de que las puertas no se cierren sobre alguien que está entrando o saliendo.